Superar algunos tics

En mis últimas entrevistas de trabajo, me gustaba esperar aquella pregunta típica de ¿qué crees que puedes hacer por nosotros? ¿por dónde empezarías?, para soltarles mi opinión sobre aquellas personas que, desde su entrada en la compañía, se esfuerzan solamente, o bien, en conseguir nuevas fuentes de ingreso sin pensar también en cómo mejorar las actuales, o en cambiarlo todo y a todos, sin analizar las oportunidades latentes o el talento innato de las personas.

Todas las compañías quieren innovar y cambiar para crecer, y ponen todo lo que está en su mano para hacerlo posible, pero a menudo no tienen en cuenta que si las bases para asumir esos retos estratégicos no están listas – procesos, organización, personas…-  el ritmo de crecimiento se verá afectado o incluso, se interrumpirá.

Actualmente, bastantes de mis clientes son un poco más pequeños, y me muevo más bien en la tarea de profesionalizar pequeñas o medianas empresas y prepararlas para alcanzar el siguiente nivel. Sus problemas son aparentemente más simples, pero me gustaría que tomarais como ejemplo algunos de sus tics y pensarais en cómo los habéis resuelto en vuestra compañía o si, a pesar de las distinta base de referencia, en realidad no están totalmente superados…

1. “Tenemos muchas ideas que nos hacen ilusión” – PRIORIZAR LOS RETOS ESTRATÉGICOS

En las fases iniciales de las compañías, está todo por hacer y todo por descubrir. Es normal que haya muchas ideas y probablemente muchas sean notables. Pero cuantas más haya, menos energía habrá para poder concretar cada una y ponerla en marcha. Recomiendo pasarlas por un filtro con distintos parámetros de valoración y priorizarlas. Algunas se implementarán, otras necesitarán revisarse y las últimas se quedarán, de momento, en el congelador.

2. “Siempre pasan cosas” – APARTARSE o ALEJARSE DE LA GESTIÓN OPERATIVA

Si eres una persona que conoce en profundidad el negocio, serás más ágil y más brillante a la hora de solucionar un problema o definir una nueva operativa. Sin embargo, siempre pasan cosas, y además ocupan un gran espacio en tu cabeza. Estar tan pendiente del día a día no te permite profundizar en temas más estratégicos, y además, te imposibilita para analizar el problema desde una perspectiva más global. ¡Atrévete a dejar un espacio mayor entre la operativa y tú!

3. “Lo tengo todo en la cabeza” – COMUNICAR FORMALMENTE

Si eres el líder de una empresa o de un departamento, no puedes improvisar. Todos tus colaboradores te observan, eres su referencia, y analizarán todos y cada uno de tus mensajes y gestos. Una prueba de la profesionalización de la empresa y de que tú eres el líder de la misma es que los mensajes clave se transmitan con una cierta formalidad. Además, el contenido de la comunicación se percibirá con muchísimo más valor.

4. “Lo discutimos todo” – ESPECIALIZACIÓN POR ÁREAS

Cada uno poseemos un talento propio y determinado, y a pesar que podemos opinar de todo, existen áreas en las que nuestra experiencia y competencia serán decisivas para que, una vez alineados con el resto de departamentos, la maquinaria de la empresa funcione como un reloj suizo. Elije el área que más cercana a tí y no hagas demasiados experimentos que te despisten.Eso sí, no dejes de opinar, aportar, sumar, en definitiva, en el resto de áreas.

5. “soy el que mejor vendo” – DELEGAR EN EL EQUIPO

Tenemos nuestro estilo de hacer las cosas y, en el fondo, nos sentimos muy orgullosos de cómo actuamos, sobre todo en aquellas áreas que nos gustan o que hacemos bien. Ello nos aporta seguridad. Y es precisamente por eso que a veces nos cuesta delegar en nuestro equipo aquellas funciones que más arraigadas tenemos. Recomiendo invertir un poco de tiempo en enseñar desde la influencia, y pronto veremos cómo nuestro equipo crece y nos hace propuestas interesantes.

Una vez trabajados estos cinco bloqueos relativos a las bases organizativas de la empresa, ya podemos enfocarnos en el Plan de Crecimiento. Pero si somos ambiciosos, y nos va el rock-and-roll, podemos incluso hacerlo en paralelo.

 

MI EXPERIENCIA EN 3 LINEAS:

EL DESAFÍO:

Los clientes ponen todas sus expectativas en mi trabajo y esperan que, después de nuestras sesiones, y tal como les anticipé, se produzca una especie de big bang y los resultados lleguen inmediatamente. 

EL LOGRO:

Expresar y compartir la seguridad de que los cambios son posibles. Empoderar a los clientes para ser capaces de llevarlos a cabo con alegría.

EL APRENDIZAJE:

Los tics de las empresas pequeñas o compañías familiares están presentes, en distintas dosis, en cualquier empresa o departamento, porque son derivados de la esencia de las personas. ¡Os animo a compartir cuáles de ellos habéis superado totalmente!

 

Cristina Garcia-Masachs, founder of Softlanding

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